Una pandemia mundial y las nuevas variantes del virus, el colapso del transporte internacional o la subida de los precios de las materias primas o la energía están poniendo muchas ‘zancadillas’ al sector de la moda desde hace ya dos años. Pero el auge de la venta online, la omnicanalidad y las nuevas formas de innovar de la industria están consiguiendo paliar una caída de las ventas que todavía en 2021 y durante las rebajas de este 2022 no se han podido recuperar.
El año 2021 se ha cerrado con un nuevo descenso de las ventas para el sector de la moda del -13,10%, según el último barómetro Acotex. Un mal dato si se tiene en cuenta que la industria ya registró una caída del -41,26% en 2020. Y las previsiones para 2022 tampoco son alentadoras, ya que el IPC sigue subiendo, al igual que los precios del transporte, la materia prima o la energía.
Tampoco la llegada de nuevas variantes de la Covid-19 como la Ómicron han ayudado al sector, originando que los consumidores no acudieran a las tiendas a comprar y causando bajas en las plantillas justo cuando más se necesitaba hacer frente al incremento de pedidos en Navidad o las rebajas, frenando así las buenas cifras obtenidas durante el Black Friday y el inicio de la campaña navideña.
El eCommerce ha sido la ventana que el sector ha encontrado en muchas ocasiones durante estos últimos meses para canalizar sus ventas. Aunque no hay que olvidar que en un país como España la venta presencial supone la mayor parte del cómputo del sector. De hecho, se espera que este 2022 la cifra online se estabilice, según Acotex. Pero de lo que no cabe duda es que el canal digital supone un nicho de negocio al que todavía le queda mucho recorrido y que la industria de la moda tiene en él una oportunidad de negocio única para paliar las pérdidas de estos últimos años.
Analizando el sector, y según uno de los últimos informes de Statista, la moda ha sido el principal producto que los consumidores españoles han comprado a través de internet a lo largo del año pasado. Concretamente, el 72% de los usuarios de esta industria ha adquirido online alguna prenda durante 2021. Le siguen el ocio (71%), calzado y complementos (67%), salud y belleza (60%), dispositivos móviles (59%). Entre los primeros puestos también se encuentran el textil y equipamiento deportivo (49%), los juguetes y el hogar (ambos con el 45%). Y de este porcentaje de compradores, los de moda también son los que más han comprado a través del móvil (55%), así como los de ocio (53%) y calzado y complementos (46%).
Estas cifras han llevado a las marcas de moda a ir más allá para llegar al consumidor a través de vías que agrupen diferentes canales, teniendo mayor presencia y venta en las propias redes sociales, a través de apps o de marketplaces que facilitan la compra con muy pocos clics. Un fácil acceso que también debe ir acompañado de rapidez en la entrega y facilidad en las devoluciones, para completar una experiencia ‘de 10’ al consumidor final. Es la clave del sector para salir del atolladero en el que se ha visto sumido estos últimos meses. Y aquí la logística tiene mucho que aportar, ya que una buena gestión del proceso logístico repercute en cumplir con las entregas en tiempo y forma, lo que incremente la fidelización del cliente y marca la diferencia entre un negocio rentable y otro que no lo es.
La oportunidad de ventas a través de este canal es alentadora, según Statista, que augura que en 2025 los ingresos procedentes de las ventas online de ropa (7.890 millones de euros), calzado (2.575 millones de euros), bolsos y complementos (3.550 millones de euros) en España superarán los 14 mil millones de euros, incrementándose casi un 70% respecto a 2021 (8.300 millones de euros).
Esto trae nuevos retos al sector, que debe encontrar la manera de paliar el coste que la logística inversa le supone; que tiene que llegar a un consumidor que también está sufriendo el incremento de los precios y que debe dar respuesta, aún más si cabe, a la inmediatez que exige el comprador en la actualidad, entre otras cuestiones como la sostenibilidad de sus productos y procesos. El acercamiento de los centros de producción o la búsqueda de nuevos mercados son ya algunas de las acciones que está llevando a cabo para seguir creciendo. Y la logística deberá acompañar a la industria en este proceso, adaptándose constantemente a las nuevas necesidades de las marcas y los consumidores, para que la moda siga siendo uno de los pilares de la economía, el empleo y de la imagen de nuestro país.