¿Qué es la logística verde?

Para ser realmente sostenible, la logística necesita determinar cuánta energía consumen sus actividades y cuántos gases contaminantes generan. Solo cuando un operador logístico traduce su impacto medioambiental en datos puede comenzar a desarrollar estrategias capaces de reparar el problema.

Una vez medida nuestra huella medioambiental, es hora de ponerse manos a la obra. El objetivo aquí es eliminar o minimizar la contaminación generada en cada etapa del proceso logístico. Su fin último es contribuir a paliar los daños reales que ya está experimentando el planeta (efecto invernadero, acidificación de las aguas, deforestación, cambio climático, etc.).

Los operadores logísticos afrontan su lucha contra el daño medioambiental a través de múltiples metodologías (reducir las emisiones de carbono, mejorar la eficiencia energética, generar menos residuos, etc.). Después de todo, el daño medioambiental a combatir puede ser hidrológico, terrestre, atmosférico o auditivo, así que conviene combatirlo desde varios frentes.

La sostenibilidad ha dejado de ser algo vinculado solo al medio ambiente o a movimientos ecologisticas para ampliar su repercusión hasta la Sociedad y el conjunto de las empresas como fuerzas tractoras del cambio.​
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La integración de la sostenibilidad como eje estratégico se ha convertido en una prioridad para nuestra empresa. La necesidad de innovar constantemente en nuestros modelos de gestión, resulta imprescindible para ganar en competitividad, en transparencia y en eficiencia.​
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En Logisfashion asumimos, la necesidad de medir y minimizar los efectos que nuestra actividad tiene sobre el entorno.​ La eficiencia de nuestras instalaciones es un primer paso para garantizar a nuestros clientes la reducción de emisiones y de residuos. ​
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Somos conscientes que, para avalar una gestión sostenible, debemos certificarnos en el cumplimiento de los objetivos y metas de desarrollo sostenible (ODS) y que no es solo una cuestión de hacer la cosas bien, sino de desarrollar una estrategia basada en los ODS para acelerar el cambio. ​
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Estamos trabajando en ello, desde 3 líneas de acción:

• Medio-Ambientales: Procesos y servicios más respetuosos con nuestro entorno. Identificación de y gestión de riesgos.
• Socio-Laborales: Cultura empresarial, vida en la empresa y planes de igualdad. Trabajar por las personas y cuidar el talento y otros.
• Responsabilidad Social Corporativa: Comprometidos con políticas sostenibles. Colaboramos activamente con asociaciones de nuestro entorno con el fin de apoyar el positivo desarrollo de la comunidad local.

Cuando se apuesta por la logística sostenible, todos salen ganando. Es más, la consecución de sus objetivos constituye un win-win en toda regla, tal y como evidencian los beneficios que enumeramos a continuación.

• Ahorra costes. Ya sea de forma directa o indirecta, la logística ambiental genera rentabilidad a largo plazo. Medidas como optimizar el espacio de los almacenes, reciclar embalajes o gastar menos combustible traen consigo un notable ahorro económico.
• Más agilidad. Varias prácticas de logística ambiental posibilitan una mayor rapidez operativa, lo que aumenta la satisfacción de los clientes. Por ejemplo, al reducir la ruta de transporte, nuestros envíos llegarán antes.
• Mejora la reputación corporativa. La concienciación medioambiental está fuertemente arraigada en la sociedad. Una empresa que opta por la logística ambiental demuestra su compromiso con el planeta, generando una percepción positiva en inversores, clientes y proveedores. No por nada, existen distintivos medioambientales (como ISO 14001) para acreditar la adopción de tales prácticas.
• Posibilita el cumplimiento normativo. El progresivo rigor de la regulación medioambiental se traduce en fuertes sanciones económicas a las empresas incumplidoras. Contar con un operador logístico sostenible nos da la tranquilidad de saber que estamos cumpliendo con dichas exigencias.
• Impulsa la ventaja competitiva. En realidad, esto es una consecuencia de todos los beneficios anteriores. Evidentemente, una empresa que ahorra dinero, actúa con agilidad, respeta la ley y tiene buena reputación está llamada a aventajar a sus competidores.
• Impulsa las ventas. Los consumidores quieren cuidar el planeta a través de sus decisiones de compra. Por eso prefieren adquirir productos de empresas que demuestran su responsabilidad medioambiental.

• Reduce la contaminación medioambiental. El principal beneficio de la green logistics es disminuir la huella dejada en el planeta por las operaciones logísticas. De este modo, logramos compensar el daño que se ha venido causando al planeta.
• Contribuye a frenar el cambio climático. Este fenómeno adverso es consecuencia del calentamiento global y este, a su vez, lo es de la emisión de gases de efecto invernadero. La logística eco-sostenible juega un papel decisivo a la hora de detener un ciclo que amenaza con destruir el planeta.
• Economiza recursos naturales. A través del reciclaje y la reutilización, la logística sostenible aprovecha al máximo recursos medioambientales tan valiosos como el agua o la madera. Por la misma razón, contribuye a generar menos residuos.
• Preserva los ecosistemas. Se trata de un efecto derivado de los puntos anteriores. Como ya sabemos, la contaminación, el cambio climático y la explotación irresponsable de los recursos naturales ponen en grave riesgo la biodiversidad medioambiental.
• Mejora la calidad de vida. No solo la flora y la fauna salen beneficiadas cuando respetamos el medio ambiente. La logística sostenible también redunda en el bienestar de los seres humanos. Nadie duda de que todos nosotros necesitamos un planeta en condiciones para gozar de bienestar físico y mental.

Como ya adelantamos, la logística sostenible abarca la cadena de suministro en su integridad. Consecuentemente, las metodologías ambientales tienen cabida en todas las operaciones logísticas.

La logística ambiental comienza en el almacén. Verdaderamente, tanto las instalaciones como las actividades desarrolladas en ellas pueden ser optimizadas desde el punto de vista de la sostenibilidad.

En esta primera etapa caben numerosas prácticas destinadas a reducir la contaminación:

• Construir almacenes sostenibles. Es lo que se conoce como infraestructura logística 4.0: edificios cuyo diseño y gestión se rige por la sustentabilidad ecológica.
• Eficiencia energética: Nuestros centros logísticos poseen certificación Leed Silver y Leed Gold y BREAAM, que acredita una construcción sostenible de todos nuestros edificios.
• Proximidad del almacén al cliente final.
• Optimizar el espacio de almacenamiento.
• Automatizar la gestión del stock y las instalaciones para acelerar el picking & packing (reduce el consumo de recursos).
• Utilizar sistemas de ventilación natural.
• No usar más climatización de la necesaria.
• Emplear energías renovables.
• Aprovechar la luz natural.
• Tener en cuenta la fecha de caducidad y las condiciones de almacenamiento de los productos perecederos para evitar que expiren antes de su entrega.
• Digitalizar albaranes y otros documentos para reducir el consumo de papel.

Los embalajes sostenibles son un perfecto ejemplo de logística verde. Al fin y al cabo, tanto su fabricación como las materias primas empleadas en ellos tienen un severo impacto medioambiental. Así, es preferible usar cajas de madera o cartón reciclado frente a las de plástico de un solo uso o poliestireno expandido, caracterizadas por ser altamente contaminantes.

En este punto, la logística eco-sostenible puede ahorrar recursos con las siguientes prácticas:

• Uso racional de los envases (no emplear más embalajes de los necesarios).
• Priorizar los embalajes reutilizables frente a los de un solo uso.
• Utilizar envases fabricados con materiales biodegradables para que su descomposición no genere residuos.

Conviene tener presente que la sostenibilidad de los embalajes se acredita mediante certificaciones medioambientales (FSC, PEFC, Ok Compost, etc.). Otras (como Residuo Cero y certificación OCS) validan las acciones encaminadas a reducir residuos.

El 30% de los gases de efecto invernadero generados en Europa proceden del transporte de mercancías. Por ello, es fácil imaginar la importancia de llevar la sostenibilidad a esta etapa de la cadena de suministro.

Existen varias medidas capaces de convertir el transporte verde en realidad. Entre las más implementadas, podemos destacar las siguientes:

• Optimización de rutas para ahorrar combustible (reducir trayectos, evitar viajes innecesarios, disminuir tiempos de espera, etc.).
• Reducir los kilómetros de viaje en vacío.
• Aprovechar al máximo la capacidad de carga del transporte.
• Utilizar medios de transporte respetuosos con el medio ambiente (p.ej: vehículos eléctricos).
• Efectuar el oportuno mantenimiento de la flota de vehículos para evitar que su deterioro la haga más contaminante.
• Reemplazar los combustibles fósiles por alternativas de menor impacto ecológico (como el biodiésel o el hidrógeno verde).
• Monitorización de la ruta de distribución vía software para posibilitar la última milla sostenible.

El respeto al medio ambiente no termina con la entrega de la mercancía al cliente final. Gestionar incorrectamente la devolución de producto duplicaría la contaminación desencadenada por el proceso logístico. De ahí que resulte tan necesario extender a esta última etapa las medidas eco-sustentables.

Que la logística inversa también sea verde puede lograrse a través de varias medidas específicas:

• Reacondicionar, reciclar o revender mercancías devueltas en lugar de desecharlas.
• Utilizar sistemas de clasificación automatizados para decidir rápidamente el destino de los artículos devueltos.
• Establecer puntos de devolución locales para evitar el uso del transporte.
• Analizar los datos de las devoluciones para identificar su causa. Esta práctica ayudará a reducirlas en el futuro, potenciando así la logística sostenible.

Una de las características de la logística verde es que cuenta con métricas (KPIs) específicas. Esta circunstancia, unida a la obtención de distintivos medioambientales, nos permite saber cuándo estamos ante un partner logístico realmente sostenible.

1. Utilización de la capacidad de carga. Mide el grado de aprovechamiento de los medios de transporte. Cuanto mayor sea, menos desplazamientos habrá que hacer, lo que propicia la consecución de la última milla sostenible.
2. Tasa de reciclaje. Indica qué porcentaje de los materiales utilizados por el partner logístico son reciclados en relación con el total. La sostenibilidad del operador será directamente proporcional a este KPI.
3. Consumo de energía. Evalúa el gasto energético de los almacenes y vehículos. Puede reducirse implementando tecnologías limpias y medios de transporte eco-sustentables. Cuanto menor sea este KPI, más verde será la logística.
4. Emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Su monitorización permite detectar cuánto margen de mejora tiene la estrategia ambiental del operador logístico. El transporte de mercancías, el consumo energético, la generación de residuos, los desplazamientos de empleados y la compra de bienes o servicios generan GEI.
5. Uso del agua. Diversas actividades logísticas (como la limpieza o la refrigeración) demandan este recurso natural. Cuantificar su consumo es clave para economizarlo.
6. Kilometraje en vacío. Esta métrica de transporte revela los kilómetros recorridos sin carga. La ineficiencia operativa de dichos desplazamientos incrementa su huella medioambiental.

Al igual que las métricas, los datos suministrados por fuentes oficiales permiten estandarizar nuestra forma de medir la sostenibilidad de un operador logístico. Algunos de los organismos relevantes en este aspecto son:

• Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) del Gobierno de España.
• Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).
• Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Dentro de la Agenda 2030 existen varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) guardan directamente relacionados con la ecología. Tal es el caso del ODS 7 (energía asequible no contaminante) y del ODS 13 (acción por el clima). Los operadores logísticos sostenibles, como es nuestro caso, nos distinguimos por tener en cuenta estas metas y por trabajar en su consecución.

Los distintivos medioambientales son el principal indicador de que un partner logístico es verdaderamente sostenible. Después de todo se trata de certificaciones oficiales otorgadas por organismos especializados de carácter externo.

Entre las principales certificaciones medioambientales, cabe reseñar las siguientes:

• LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Es un sistema de certificación desarrollado por el U.S. Green Building Council (USGBC) que goza de reconocimiento internacional. Evalúa el rendimiento medioambiental y la sostenibilidad de los edificios mediante un sistema de puntos.
• ISO 14001. Esta norma internacional fija los requisitos que determinan la efectividad de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA). Con ella, las grandes empresas obtienen un marco de referencia que les permite identificar y gestionar los riesgos ambientales.
• EMAS (Eco-Management and Audit Scheme). Se trata de un sistema de auditoría ambiental voluntaria desarrollado por la Unión Europea. Se caracteriza por ser más exigente que ISO 14001, ya que exige publicar una declaración ambiental validada por un verificador externo.

La logística verde es el futuro. Dicho de otro modo, dentro de poco, las operaciones logísticas serán verdes o no serán. La creciente preocupación por el cambio climático está llevando a los gobiernos a adoptar regulaciones cada vez más estrictas en este sentido.

Satisfacer las rigurosas exigencias que plantea la logística sustentable no está al alcance de todos. Pensemos, por ejemplo, en desafíos como tener que adaptarse a normativas medioambientales de diversos países o en combinar varios medios de transporte para minimizar el impacto medioambiental.

Al ser operadores logísticos internacionales y multimodales, en Logisfashion contamos con medios suficientes para ofrecer soluciones realmente verdes a nuestros clientes.

Las tecnologías emergentes tienen mucho que aportar a la green logistics. La innovación que traen consigo contribuye a optimizar la eficiencia medioambiental de la supply chain. Veamos algunos ejemplos de ello:

• Optimización de rutas mediante IA.
• Racionalización del consumo energético (p.ej: refrigeración de productos perecederos) gracias al Internet de las Cosas (IoT).
• Aprovechamiento del espacio de almacenaje con robots móviles autónomos (AMRs).

En Logisfashion, la concienciación medioambiental forma parte de nuestro ADN. No en vano, contamos con certificaciones LEED Silver y Gold que acreditan hasta qué punto gestionamos la supply chain de forma sostenible. Refuerza la alianza de tu empresa con el planeta eligiéndonos como tu proveedor de logística verde.